En el ámbito familiar existe un miembro peludo con cola que se mueve al ritmo de nuestra alegría compartida.
Cuando sale el sol, arrojando un cálido resplandor al día, comienza la celebración.
La mañana está adornada de sorpresas.
Por la tarde, encontramos un lugar favorito (un parque, un sendero o tal vez simplemente el patio trasero) donde se desarrolla la esencia del día.
De vuelta a casa, las fiestas continúan.
A medida que el día llega a su fin, hay un sentimiento de satisfacción en el aire.
¡Brindemos por ti, mi querido miembro de la familia de cuatro patas, en tu día especial!