Repollita, una perrita diminuta, se encontró en una situación desesperada cuando alguien le ató las patas y le cerró el hocico con cinta adhesiva antes de arrojarla a un lago para que se ahogara. Sus ojos pedían ayuda mientras temblaba de frío, pero afortunadamente la rescataron justo a tiempo.
Al llegar, se encontraba en estado de shock y necesitaba atención inmediata. Repollita sufría problemas de piel, deshidratación, anemia y un recuento bajo de plaquetas. A pesar de su estado frágil, esta resistente cachorrita de 3 meses sorprendió a todos con su fuerte voluntad de vivir.
Después de recibir tratamiento y cuidados, Repollita mostró un progreso lento pero constante. Su recuento de plaquetas se duplicó, su estado de ánimo mejoró y ganó peso. Finalmente, después de casi un mes de cuidados dedicados, Repollita dejó la clínica como una perrita mucho más fuerte y feliz.
Fue adoptada oficialmente por una familia amorosa, donde ahora disfruta de una vida feliz y sin preocupaciones. Su transformación de un cachorro indefenso y enfermizo a una mascota alegre y querida es un testimonio del poder del amor y la compasión.
La historia de Repollita sirve como recordatorio de la importancia de la bondad y la increíble resiliencia de los animales frente a la adversidad.