Dos perros Beagle retozan alegremente mientras los llevan a la playa, meneando furiosamente la cola y agitando las orejas con la brisa.
Saltando por la arena con una energía ilimitada, los Beagles se deleitan con la libertad del espacio abierto, y sus patas dejan un rastro de huellas en la suave arena detrás de ellos.
A medida que se acercan a la orilla del agua, los Beagles se detienen por un momento, con los ojos muy abiertos por el asombro al ver las olas rompiendo contra la orilla.
Para los Beagles, la playa es un paraíso de exploración infinita y diversión sin límites, un lugar donde pueden correr libremente y deleitarse con los placeres simples de la vida.