En un momento de picardía e hilaridad, un travieso perro Beagle dejó a su dueña en puntadas después de robarle el sostén y embarcarse en un divertido juego de escondite.
La desprevenida dueña se sorprendió cuando descubrió a su amada mascota trotando por la casa con su ropa interior firmemente apretada entre sus mandíbulas.
Mientras la dueña intentaba recuperar su sostén, el juguetón perro se lanzaba de una habitación a otra, evadiendo hábilmente la captura con cada ágil maniobra.
Al final, después de un alegre paseo por la casa, finalmente se recuperó el sujetador, para diversión del dueño y deleite del juguetón Beagle.