En una escena conmovedora, un adorable Beagle se sienta pacientemente junto a la ventana, esperando ansiosamente a que su madre regrese de compras.
Mientras el Beagle se sienta junto a la ventana, sus orejas se animan ante cada automóvil y persona que pasa, con la esperanza de vislumbrar a su madre.
La fiel vigilia del Beagle es un recordatorio de los placeres simples pero profundos de tener una mascota.