En el conmovedor mundo de la compañía peluda, los perros suelen exhibir una variedad de emociones que reflejan las de sus homólogos humanos.
A medida que se desarrollaba la escena, el dueño de Luna notó que los inconfundibles celos de su amiga peluda salían a la superficie.
Durante varios minutos, Luna mantuvo su postura entrañable, con la mirada fija en la escena al aire libre que se desarrollaba ante ella.
Cuando el dueño de Luna capturó el conmovedor momento ante la cámara, no pudo evitar maravillarse ante la pura inocencia y sinceridad de las acciones de su amigo peludo.