En una conmovedora historia de amor y compañerismo, dos Beagles desafiaron las probabilidades de estar juntos, culminando en una hermosa unión bajo el cálido abrazo de un hogar compartido.
Su viaje comenzó entre el telón de fondo de las casas vecinas, separadas sólo por una valla que parecía infranqueable.
Todos los días, miraban furtivamente a través de la cerca de tela metálica, moviendo la cola en comunicación silenciosa mientras anhelaban el día en que pudieran estar juntos sin barreras.
Con un salto audaz y espíritu decidido, uno de los Beagles traspasó la valla que los había mantenido separados durante tanto tiempo, cruzando hacia el territorio de su amada.
A partir de ese día, fueron inseparables y su vínculo se hizo más fuerte con cada momento que pasaba.
Y así, mientras se acurrucaban juntos en su nuevo y acogedor hogar, rodeados de amor y calidez, supieron que su viaje apenas comenzaba.